top of page
  • La Esencia de la Permacultura

David Holmgren

Un resumen de los conceptos y los principios de la permacultura extraido del libro “Permacultura – Principios y senderos mas allá de la sustentabilidad” de David Holmgren

 

Traducción de la primera versión al castellano: Jordi Alemany; revisada y corregida por Alan López y Antonio Scotti, el grupo de permacultura urbana de la asociación Cambium PermaCultura-es.org, de Barcelona, España (www.permacultura-es.org), y la colaboración de Alejandro Noguerra, Venezuela.

Revisión y corrección de la versión para Mexico: Juan Carlos Olivera, Ricardo Romero (www.bosquedeniebla.com.mx), Holger Hieronimi (www.tierramor.org)

http://www.holmgren.com.au/

 

La palabra Permacultura fue acuñada por Bill Mollison y yo mismo a mediados de los setenta para describir un sistema integrado y evolutivo de plantas perennes o auto­perpetuantes y de especies animales útiles para el hombre.(1)

Una definición más actual de Permacultura, que refleja la expansión del enfoque implícito en Permaculture One, es: “El diseño consciente de paisajes que imitan los patrones y las relaciones de la naturaleza, mientras suministran alimento, fibras y energía abundantes para satisfacer las necesidades locales”. Las personas, sus edificios y el modo en que se organizan a sí mismos son fundamentales en Permacultura. De esta manera la visión de la Permacultura como agricultura permanente o sostenible ha evolucionado hacia la visión de una cultura permanenteo sostenible.

 

LA FLOR DE LA PERMACULTURA

Empezando por la ética y los principios enfocados en el ámbito crítico del manejo y la administración de la tierra y la naturaleza, la permacultura evoluciona hacia la aplicación progresiva de esos principios en la integración de siete ámbitos necesarios para sostener a la humanidad durante el descenso energético.

 

El SISTEMA DE DISEÑO

Para mucha gente, yo mismo incluido, la concepción anterior de Permacultura es tan global en su amplio alcance que su utilidad es reducida. Más precisamente, veo la Permacultura como el uso del pensamiento sistémico (el uso de la teoría de sistemas de forma holística) y de los principios de diseño que proporcionan el marco organizativo para implementar la visión anterior. Agrupa las diversas ideas, habilidades y modos de vivir que necesitan redescubrirse y desarrollarse, para hacernos capaces de cubrir nuestras necesidades, al mismo tiempo que incrementamos el capital natural para las futuras generaciones.

En este sentido más limitado pero importante, la Permacultura no es tan sólo el paisajismo, las habilidades de la horticultura biológica, la agricultura sostenible, la construcción de edificios energéticamente eficientes o el desarrollo de eco-aldeas, sino que también puede usarse para diseñar, establecer, gestionar y mejorar todo eso y los demás esfuerzos que individuos, familias y comunidades realizan hacia un futuro sostenible.

La flor del sistema de diseño permacultural muestra aquellos temas clave que requieren una transformación para crear una cultura sostenible. Históricamente, la Permacultura se ha enfocado en la administración de la Tierra y la naturaleza, ambas tanto como fuente de inspiración, como lugar de aplicación, de sus principios éticos y de diseño.

Esos principios se aplican ahora a otros ámbitos, principalmente a los recursos físicos, materiales y energéticos, así como a la organización humana (a menudo denominada estructuras invisibles en la enseñanza de la Permacultura). Alguno de los ámbitos específicos, sistemas de diseño y soluciones que han sido asociados con este punto de vista más amplio de la Permacultura (al menos en Australia), se muestran en la periferia de la Flor. La trayectoria evolutiva en espiral comienza en los principios éticos y de diseño, y sugiere la estrecha interrelación de todos esos temas, inicialmente en el nivel personal y local, que después continúan al nivel colectivo y global. La forma en tela de araña de esa espiral sugiere la naturaleza incierta, vacilante y variable de ese proceso de integración.

 

LA  RED

La Permacultura es también una red de individuos y grupos, que extienden soluciones de diseño permacultural tanto en países ricos como pobres en todos los continentes. Ampliamente ignorados por el mundo académico, y sin el soporte de gobiernos y negocios, los activistas de la Permacultura están contribuyendo a un futuro más sostenible reorganizando sus vidas, y trabajando sobre los principios de diseño de la Permacultura. En este sentido, están creando pequeños cambios locales, pero que están teniendo una influencia activa directa e indirecta en los ámbitos del desarrollo sostenible, la agricultura ecológica, las tecnologías apropiadas y el diseño de comunidades intencionales.

 

El CURSO DE DISEÑO DE PERMACULTURA

La mayor parte de la gente involucrada en esta red ha completado un curso de diseño en Permacultura (CDP), que durante más de 20 años ha sido el vehículo principal para la inspiración y la enseñanza de permacultura a través del mundo. El aspecto de inspiración del CDP ha actuado como un aglutinante social, enlazando afectivamente los participantes hasta el punto que la red mundial podría ser descrita como un movimiento social. El currículo se codificó en 1984, pero una evolución divergente, tanto de la forma como del contenido de estos cursos presentados por los diferentes profesores, ha producido experiencias y comprensiones de la permacultura muy variadas y arraigadas localmente.

 

IMPEDIMENTOS PARA LA EXPANSIÓN DE LA PERMACULTURA

Hay muchas razones por las que las soluciones de desarrollo ecológico que reflejan los principios del diseño permacultural no han tenido un impacto mayor en las últimas décadas. Algunas de esas razones son:

  • La cultura científica prevaleciente del reduccionismo, que se muestra cauta, cuando no hostil con los métodos holísticos de investigación.

  • La cultura dominante del consumismo, promovida por medidas económicas disfuncionales de progreso y bienestar.

  • Las elites políticas, económicas y sociales, tanto a nivel local como global que se resisten a perder influencia y poder ante la adopción de una mayor autosuficiencia y autonomía locales.

Estos y otros impedimentos relacionados se expresan de distinto modo en las diferentes sociedades y contextos.

Para la gran mayoría de los cinco mil millones de habitantes -para quienes el coste de las necesidades básicas es relativamente alto respecto a sus ingresos reales -las oportunidades de mantener o desarrollar medios más autosuficientes para cubrir sus necesidades, son extremadamente limitadas. El declive de los recursos naturales locales por la presión del crecimiento de la población, las innovaciones en la tecnología de extracción de recursos, los conflictos migratorios y étnicos, así como la explotación de gobiernos y corporaciones, han reducido la productividad y la viabilidad de los viejos sistemas co-evolutivos sostenibles. Al mismo tiempo, el crecimiento de la economía monetaria ha producido más oportunidades para el trabajo agrícola e industrial, provocando el aumento de los ingresos mesurados, pero fracasa en tener en cuenta el declive del bienestar. El atractivo de las oportunidades en las ciudades(,) que crecen rápidamente, ha sido como la zanahoria colgante, que incita la migración del campo a la ciudad. Este proceso sigue un modelo tan viejo como el personaje medieval Dick Wittington, que se creía que las calles de Londres estaban pavimentadas en oro. Al mismo tiempo, el suministro gubernamental de salud, educación y otros servicios se ha reducido por la imposición de las medidas de ajuste estructural impuestas por el FMI y el Banco Mundial. Este sistema de desarrollo social y económico fracasado es extraordinario en su ubicuidad y repetición.

El mismo sistema de poder que exprime y explota a los menos poderosos, calma a los mil millones de clase media, mayoritariamente en el norte, complaciéndoles con el descenso, e incluso la caída de los costes (en relación a los ingresos medios), de la comida, agua, energía y otros bienes esenciales derivados. Este fracaso de los mercados globales para transmitir las señales del declive de los recursos y de la degradación ambiental ha aislado a los consumidores de la necesidad de desarrollar estilos de vida más autosuficientes, y ha discapacitado el impulso de las políticas públicas que deberían promover esas adaptaciones necesarias.

La inundación de nuevos bienes de consumo más baratos ha estimulado el consumismo hasta el punto de la súper saturación, mientras al mismo tiempo las medidas de capital social y bienestar continúan cayendo desde el pico de los 70.

La aceptación adictiva del crecimiento económico a cualquier precio, y los poderosos intereses creados de gobiernos y corporaciones que se resisten a perder poder con una transición como ésta, ponen de relieve la naturaleza política radical de la agenda de permacultural.

 

CENTRÁNDOSE EN LA OPORTUNIDADES MÁS QUE EN LOS OBSTÁCULOS

Aunque los permacultores activistas son sumamente conscientes de esos impedimentos para el desarrollo de su actividad, las estrategias de la permacultura se centran más en las oportunidades que en los obstáculos. en el contexto de ayudar a la transición del consumismo ignorante hacia la producción responsable, la permacultura construye basándose en la persistencia de la cultura de la autosuficiencia, los valores comunitarios y la conservación de una variedad de habilidades, tanto conceptuales como prácticas, a pesar de los estragos de la opulencia. La identificación de esos recursos invisibles es tan importante en cualquier proyecto de permacultura como la evaluación de los recursos biofísicos y materiales.

Mientras la “producción” sostenible (de alimentos u otros recursos) permanece como el primer objetivo estratégico de la permacultura, se puede argumentar que la permacultura ha sido más efectiva como pionera del llamado “consumo sostenible”. Más que a las débiles estrategias para fomentar las compras de consumo verde, la permacultura apunta a las cuestiones básicas para reintegrar y contraer el ciclo de producción-consumo alrededor del punto focal

Aunque la permacultura es un marco conceptual para el desarrollo sostenible, que hunde sus raíces en la ecología y el pensamiento sistémico, las raíces se extienden por culturas y contextos muy diferentes, y muestra su potencial para contribuir a la evolución de una cultura popular de la sostenibilidad, a través de la adopción de soluciones muy prácticas y fortalecedoras.

 

SUPUESTOS FUNDAMENTALES

La permacultura se basa en algunos supuestos fundamentales que son esenciales tanto para entenderla como para evaluarla. Los supuestos en los que la permacultura se basa originalmente están implícitos en el libro “Permaculture One”, y vale la pena repetirlos:

Los seres humanos, incluso cuando no parecen estar usualmente dentro del mundo natural, están sujetos a las mismas leyes científicas (las leyes de la energía) que gobiernan el universo material, incluida la evolución de la vida.

La explotación de los combustibles fósiles durante la era industrial ha sido la causa principal de la espectacular explosión demográfica, tecnológica y de cada una de las nuevas características de la sociedad moderna.

La crisis ambiental es real y de una magnitud que ciertamente transformará la sociedad industrial global moderna más allá de todo reconocimiento. En el proceso, el bienestar e incluso la supervivencia de la población mundial en expansión, están directamente amenazadas.

Los impactos actuales y futuros que la sociedad industrial global y el crecimiento de la población acarrean sobre la asombrosa biodiversidad mundial, se considera,serán mucho mayores que los grandes cambios de los últimos siglos.

A pesar de la naturaleza inevitable de las realidades futuras, el declive de los combustibles fósiles dentro de pocas generaciones, verá un retorno gradual a los principios de diseño observables en la naturaleza y en la sociedad preindustrial, que dependen de los recursos y las energías renovables (incluso si las formas específicas de esos sistemas reflejan circunstancias locales únicas).

Así pues, la permacultura se basa en el supuesto de la progresiva reducción del consumo de recursos y energía, y en la inevitable reducción del número de seres humanos. Yo llamo a eso el futuro del “descenso energético” para enfatizar la importancia de la energía en el destino humano, y la descripción menos negativa, pero clara, de lo que algunos pueden llamar “declive”, “contracción”, “decadencia”, o “extinción”.

Este futuro de energía descendente puede visualizarse como el suave descenso después de un estimulante vuelo en globo, que retorna a la tierra, nuestro hogar.  Naturalmente que la tierra ha sido transformada por el “ascenso energético” de la humanidad, haciendo del futuro un tremendo nuevo reto, como en ningún otro periodo de la historia. Ante un futuro así, ampliamente aceptado como inevitable, podemos optar entre la codicia temerosa, la ignorancia, la indeferencia del caballero, o la adaptación creativa.

Las bases conceptuales de esos supuestos provienen de diversas fuentes, pero reconozco una deuda clara y especial con los trabajos publicados por el ecólogo norteamericano Howard Odum. La influencia actual de los trabajos de Odum (2) en la evolución de mis ideas se explicitó en la dedicatoria y las referencias extensivas a Odum en el libro “Permacultura: Principios y Senderos más allá de la Sustentabilidad”, tanto como en los artículos: David Holmgren: Collected Writings 1978-2006 (e-book).(3)

Entre los trabajos publicados recientemente sobre el pico de energía fósil y su consiguiente descenso, está el de Richard Heinberg titulado maravillosamente: “Se acabó la fiesta”,(4) probablemente proporciona la mejor visión de la evidencia y las cuestiones relacionadas. Con un apropiado reconocimiento a Campbell, Leherrere y otros geólogos del petróleo retirados e independientes, que a mediados de los noventa expusieron los hechos reales acerca de las reservas mundiales de combustibles fósiles, y la naturaleza crítica del pico en contraposición a la máxima producción de gas y petróleo.

bottom of page